entre 1905 y 1910, se construyó el conjunto arquitectónico que actualmente existe, y se configuró el lugar como una finca destinada a la explotación agrícola. La familia Casanova adquirió la propiedad en los años 30, y desde entonces ya son 4 las generaciones de la familia vinculadas al lugar y a su preservación.
Al poco tiempo de su adquisición, la familia Casanova apostó por el cultivo de cítricos en la finca. Campo Aníbal se convirtió entonces una de las fincas pioneras de la región en dicho cultivo, así como en el empleo de tecnologías innovadoras como el riego por goteo. Desde el inicio, en las instalaciones de la propia finca se llevaba a cabo la confección de los cajones de naranjas y mandarinas, que eran exportados directamente con marca propia desde Campo Aníbal a diversos países europeos.
La actividad de eventos comenzó en 1997, cuando la familia Casanova, de gran tradición empresarial, decidió emprender un nuevo proyecto, pionero en la Comunidad Valenciana. Apostó por transformar su casa palaciega de Campo Aníbal, en un lugar exclusivo para la celebración de eventos de todo tipo, que tuvieran como denominador común la búsqueda de la máxima calidad en instalaciones, gastronomía y servicio.
La idea surgió de Paloma Cuevas y el torero Enrique Ponce, que visitaron Campo Aníbal en 1996 buscando un lugar diferente donde celebrar su boda.
Campo Aníbal es mucho más que una masía centenaria idílica para cualquier tipo de celebración. Es un marco incomparable, con alta cocina, aperitivos inigualables, profesionalidad en eventos, las mejores calidades en gastronomía y servicio, a sólo 20 kms de Valencia ciudad